Las mujeres no sufren la alopecia de la misma manera que los hombres. Si bien los varones pierden el pelo de manera irregular, en algunas zonas se pierde más y en otras menos (laterales del pelo) porque así están predispuestas genéticamente. La caída del pelo en la mujer es distinta, se manifiesta de manera mucho más difusa y de menor intensidad. Se caracteriza por la pérdida de densidad capilar, sobre todo en la parte superior de la cabeza. Aparece con la edad, igual que en los hombres, pero no es tan notoria, está relacionada con las hormonas sexuales.
A diferencia de los hombres, en las mujeres sí que existe una solución para la alopecia o la excesiva pérdida de pelo. En los varones esta es una enfermedad congénita, pero el caso de las mujeres sí que se pueden tratar de problemas concretos, que además tienen un tratamiento específico.
Los problemas capilares suelen surgir a raíz de cambios hormonales, causados por maternidad, menopausia… Incluso la alimentación o el estrés pueden ser factores que repercuten directamente en la pérdida de cabello. Un simple cambio de estación, pasar por la adolescencia o algún tipo de enfermedad puede alterar al crecimiento natural del pelo. Alguna de estas causas acaba afectando a un tercio de la población femenina.
La calvicie en una mujer supone un problema psicológico mucho más grave que en el caso de un hombre, ya que los patrones estéticos de casi todas las culturas exigen un cabello largo y denso, síntoma de vitalidad y juventud.
Cada caso concreto se aborda de un modo distinto, por lo que es preferible hablar primero con un especialista. Tan solo acudiendo a una de nuestras clínicas para realizar un diagnóstico previo y en poco tiempo saber con exactitud cuál es el tratamiento más adecuado para ti. Se suelen emplear técnicas como la Mesoterapia PRP, la Hair-Filler, Láser Luce, ozonoterapia, o tratamientos tópicos, mediante cosméticos de higiene capilar. Pero en el caso que fuese necesario por una calvicie muy avanzada, también se podría someter a un injerto de pelo.