Antes de que cualquier persona se someta a un tratamiento capilar, deberá elegir entre dos técnicas: FUE y FUSS; sin embargo, esta no es una decisión que se pueda tomar a la ligera. Nuestro objetivo tampoco consiste en eso: la única persona que realmente le podrá ayudar en esa decisión, es su médico capilar. La primera consulta siempre es gratuita, por lo que no hay ningún inconveniente en acercarse a la clínica más cercana y recibir información de manera gratuita. Ambos procedimientos tienen la misma finalidad: devolver el cabello a las zonas más despobladas. A partir de una cierta edad y dependiendo de la persona, se produce una degeneración capilar que ahora es reversible fácilmente.
Básicamente, estos dos métodos se refieren al modo en el que se trasplantan los pelos, es decir, el tipo de tira sana que se sustrae y la zona de donde se consigue:
1) Técnica FUSS:
Es la opción más clásica dentro de los injertos capilares: se lleva realizando desde que empezaron a realizarse este tipo de intervenciones. Antes no existía otra posible elección más allá de esta, por lo que es la que más veces se ha practicado. Consiste en arrancar una tira de pelo sano y se aíslan las unidades capilares de cada folículo. El método, por supuesto, no deja cicatriz visible, ya que el propio pelo que crece de manera natural tras la intervención, tapa la pequeña cicatriz resultante. Sin embargo, no se debe dejar el pelo demasiado corto, ya que sí se podría apreciar alguna señal. Es una técnica de las más rápidas que existen, y los resultados son muy naturales. Además, el paciente no tiene por qué rasurarse la zona de pelo sano que se va a trasplantar.
La inmensa mayoría de los pacientes que se han realizado un tratamiento FUSS, salen contentos del quirófano. Los resultados son muy satisfactorios, por lo que, si la alopecia te supone algún problema en tu día a día, no dudes en acudir a nuestras clínicas e informarte debidamente: tenemos solución.
2) Técnica FUE:
Se ha progresado mucho en el campo del micro-injerto capilar, por lo que no sorprende que las técnicas de trasplante también lo hayan hecho. La técnica FUE consiste en un procedimiento similar al FUSS, solo que, esta vez, el paciente podrá dejarse, además, el cabello corto sin que se aprecie cicatriz alguna. No requiere de la extracción de una tira capilar, como en la anterior; empleando la técnica FUE, el tratamiento se vuelve mucho menos invasivo, ya que se pueden extraer los folículos de manera individual.
De este modo, el tiempo de recuperación que se requiere es mucho menor, ya que el impacto de la operación también es mucho menor para los folículos. El paciente tiene todavía menos riesgo de sufrir complicaciones por lo que es más segura. En este caso, la zona del pelo que se va a trasplantar sí que debe rasurarse previamente. Existen dos formas de realizarse: a) manualmente, folículo a folículo; o b) con el instrumento de implantación múltiple, DHI, donde se crea directamente un microcanal y se introduce en los folículos: es mucho más rápido y menos intrusivo.
Este sistema también asegura que hay un mayor índice de supervivencia de los nuevos folículos implantados. Se trata de una intervención algo más segura y precisa: requiere de un equipo especializado en este método. Por lo que también es algo más caro. En todo caso, nuestros médicos serán quien tenga la última palabra, y su decisión será siempre la más aconsejable.